Se acabó el verano, el mejor que he pasado en 27, casi 28 años. Ha sido un verano de castillos, pantanos, montañas, girasoles, campos de remolacha al abrir las ventanas, de dormir con edredón y abrazada y todo eso sin pasar calor. Un verano en el que he conocido a muchísima gente aunque a algunos hubiera preferido no hacerlo. He conocido de todo, personas, animales, plantas...Y he podido hacer una cosa que toda la vida había querido y no la había hecho; he estado debajo de uno de esos molinos gigantes. He visto a Mago de Oz gratis, he redescubierto a Extremoduro, que ya los tenia casi olvidados, he llevado tres mangas largas en pleno verano, he descubierto por qué los lavavajillas van con pastillitas en vez de con lavavajillas...(la gran cagada de las vacaciones..es lo que tiene la ignorancia...), he cantado a grito pelao "pucelano el que no bote" como si fuera palentina de toda la vida, he descubierto las pizzas turcas (mmmmmmm, ya las echo de menos) Todas esas cosas y muchas más que aquí no toca decirlas las he hecho teniendo a mi solete al lado, eso sí que ha sido lo mejor de todo.
"Llego a tus rincones llenos de flores..."