Hola,
Después de un mes de baja he vuelto al trabajo y en el trayecto en bus me he dado cuenta de cosas que hace un mes no estaban o eran diferentes. Han puesto nuevas paradas de autobús, me han cambiado a los “tuseros” (no se de dónde sale esa palabra para denominar a los conductores de autobús de mi pueblo, quizás sea porque la empresa es TUBSAL y de ahí no se sabe por qué extraño mecanismo pasaron a llamarse tuseros. Hay que tener cuidado a quien le dices esa palabra porque si no es de tu mismo pueblo difícilmente te entenderá. ) y han cambiado para mejor, por lo menos el de las 9, esta mañana a las 9.20 ya estaba en la calle de detrás de mi trabajo, la misma calle en la que una hora después no paraban de oírse sirenas de coches de bomberos, ambulancias, no se cuántos coches de la urbana…
También no se por qué extraño motivo, el autobús de las 2 viene sorprendentemente más vacío de lo habitual y lo raro es quedarse sin asiento.
Hoy he descubierto como una yaya de las que los jueves van al baile de yayos que está no muy lejos de mi trabajo y que se sube en el mismo autobús que yo, había cambiado de novio. Un mes y ya ha reemplazado al pobre yayete del que se despedía dándole un beso en los morretes. Supongo que querría más marcha de la que aquel podía darle y a esas edades ya no están para perder el tiempo, ahora que lo pienso...ni a esas edades ni a ninguna. Si algo no convence hay que buscarse otra cosa o no?
28 de febrero de 2008
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